Monday, May 18, 2009


Inolvidable Benedetti...

Uno de los primeros libros que leí en mi adolescencia fue "La Tregua". Esta tregua que vivió Martín en su vida junto a Laura sellaron un momento especial de mi vida. Recuerdo que alguna vez comenté con mi papá que estaba leyendo esta novela y sin conocer yo más allá de la historia de Benedetti, mi padre sabia mucho más que lo que podía saber yo.

Con el tiempo, recibí un regalo que contenía un poema, de alguien que en ese momento comenzaba a ser especial, el poema era "Hagamos un trato". Recuerdo que estaba inscrito en una especie de pergamino que pegue en mi dormitorio.

Compañera,usted sabe
que puede contar conmigo,
no hasta dos ni hasta diez
sino contar conmigo.

Si algunas veces
advierte
que la miro a los ojos,
y una veta de amor
reconoce en los míos,
no alerte sus fusiles
ni piense que deliro;
a pesar de la veta,
o tal vez porque existe,
usted puede contar
conmigo.

Si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo,
no piense que es flojera
igual puede contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar con usted,
es tan lindo
saber que usted existe,
uno se siente vivo;
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos,
aunque sea hasta cinco.

No ya para que acuda
presurosa en mi auxilio,
sino para saber a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Luego pasaron los años, y esa persona especial me mostró el parte de matrimonio que había diseñado para nuestra unión. Era muy simple y especial, tenia parte del poema de Benedetti, "Te quiero".

Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.

Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.

Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.

Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.

Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.

Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.

Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.

Ciertamente que Benedetti haya estado en momentos especiales de mi vida, no es pura casualidad. Mi padre, Leandro y Benedetti, tenían algo en común, eso que los acerco a mi vida sin que yo los buscase.

Ayer cuando me enteré que había fallecido, sentí que mi corazón se iba a salir de tan rápido que comenzó a latir. Fue muy fuerte la noticia para mi. Benedetti siempre había estado en distintos pasajes de mi vida, sin quererlo, y de repente me acordé de todos estos acontecimientos vividos.

Solo se hoy día, que para mi será inolvidable este señor con nombre tan largo, Mario Orlando Hamlet Hardy Brenno Benedetti Farugia, pero que conocí simplemente como Benedetti un día. Mientras exista amor y poesia, existirá Benedetti por siempre.



No comments: