Friday, December 02, 2005

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Capitulo 3. Elle.
Sophie, luego de su primer encuentro con Joseph, quedó bastante intrigada con lo de la foto y en general, con la actitud que tuvo él para con ella. Ese día, despues de la clase, lo primero que le contó a su amiga Christine fué lo sucedido y esta le dijo:
-Sophie, tienes mucha suerte que justo uno de los tipos más cotizado por las mujeres de la Universidad, se halla fijado en tí.
-De que estás hablando Christine?. Nada que ver. El sólo fué amable conmigo, pero nada más. Como siempre se te ocurre cada idea, ¡s'il vous plaît voulu!-le respondió irritada.
-Aunque no encuentro que sea lo más regio que pueda existir, pero es atractivo e interesante. Debe ser, por que es bastante mayor que nuestros jovenes compañeros -siguió Christine, sin considerar lo ofuscada que se encontraba Sophie, por sus comentarios.
-Sabes?, mejor cambiemos de tema, por que la verdad no me interesa seguir hablando de ese...no se ni su nombre! -le dijo algo más serena.
-Yo se su nombre, pero como a ti no te interesa, está demás que te lo diga ¿o no? -le respondió desafiante su amiga.
-Ce bon, vous dites son nom à moi?-le preguntó.
-Joseph... no lo olvides -le contestó Christine, casi a punto de reir.
-Es verdad que lo encontré también interesante, pero ya no quiero hablar más de él. C'es finie -le respondió acabando con el tema por ese día.
En esta conversación estaban ambas amigas, cuando se acercó un compañero de curso a conversar con ellas.
-Supieron lo que sucedió en Londrés?-les preguntó ansioso.
-No. Hemos estado en clases casi todo el día y ni siquiera hemos tenido tiempo de mirar Internet -le contestó Sophie.
-Un juez español, creo de apellido Garzón, hace días atras había emitido una orden de captura internacional en contra de Pinochet. Y mientras éste se encontraba en una clinica de Londrés, lo tomaron detenido. Todavia sigue ahi, pero esta en calidad de reen. No lo encuentran fantastique? -les contó muy ansioso.
-Sophie...por fin podrán hacer justicia con los tuyos! -le dijo Christine a su amiga.
Sophie no emitió ningún comentario y sólo les índicó que debia irse rápido.
Christine y su compañero quedaron ahí, y ni siquiera trataron de decirle nada más. Entendían perfectamente su actitud.
Apresuradamente Sophie emprendió camino a su departamento. Se dirigió al metro Ecole Militaire, que coincidentemente queda justo frente a la Embajada de Chile, miró pensando que podía haber algún movimiento, pero estaba todo tranquilo.
Generalmente, caminaba hasta su departamento, pero cuando estaba muy apurada tomaba el metro y se bajaba una estación más alla, La Tour-Maubourg, frente a la Plaza de Santiago du Chili. Vivía en Boulevard de la Tour-Maubourg con Rue de l'Université, casi frente al Seine y con una hermosa vista a la Tour Eiffel.
No se dió cuenta cuando ya estaba frente a la entrada del edificio que la albergaba. Era un lugar precioso, representaba perfecto la arquitectura de París. Subió rápidamente al tercer piso, y estando con las llaves en la mano miró la puerta y por su mente paso toda la historia que a veces prefería olvidar.
Su memoria viajó a Chile. Recordaba perfecto el olor al mar de su otro pais. Siempre se preguntaba, por que cada vez que pensaba en Chile, lo primero que venía a su mente era el mar. Tal vez, era por que también junto al mar siempre estaba el recuerdo de su padre. Con él se veía jugando, corriendo por la orilla, abrazándolo.
Pero también venia a su memoria el recuerdo sin olor de Chile. El que más le apretaba el corazón. El recuerdo del dolor que había vivido.
Tenía 7 años cuando estando en la casa que compartia con sus padres en Zapallar, despertó asustada por los gritos de su madre. Se levantó y vió como unos tipos llevaban a su padre a golpes hacia una camioneta. A su madre la detenenía otro que la insultaba:
-Cállate concha e tu maire! Si segui's gritando, aqui mismo te mato -le dijo sujetándola a la fuerza, para que no saliera de la casa.
En el forsejeo, el tipo se dió cuenta que Sophie estaba frente a ellos sin decir ni una palabra. Cuando la vió, soltó a su madre y fué rápidamente a tomarla. Pero Sophie lo esquivó, y salió corriendo hacia el antejardin, gritando y llamando a su padre. Que a esas alturas ya estaba subiendo a la camioneta escoltado por 4 hombres. Cuando él sintió el llamado de Sophie, se dió vuelta y les dijo a los tipos:
-S'il vous plaît, dejen tranquila a mi familia!- les dijo gritándoles. Volvió a mirar a Sophie que ya habia sido detenida por otro hombre y le dijo:
-Tranquila ma fille, sólo quieren que declare y vuelvo. J'aime mon ciel! Cuida a la mamá mientras no esté..! -fué lo que alcanzó a decir antes que lo subieran a la camioneta.
Ella le gritaba. Pero cuando ya estaba arriba, el tipo la soltó y todos esos hombres corriendo a otro auto que los esperaba con el motor encendido y emprendieron su camino, dejando sólo desolación en casa de Sophie. Fué la última vez que vió a su padre.
Sophie era hija de Allan Luneau, ciudadano francés, Biólogo Marino y Ambientalista. Detenido desaparecido desde el 2 de Mayo de 1987.
Su padre se habia establecido en Chile desde el año 78, después de conocer a Maria Paz Ibarbe en un posgrado en la Universidad de Chile, donde él habia dictado algunas cátedras.
La razón de su detención y posterior desaparición, presumían habia sido por la participación que ese año habia tenido su padre en movilizaciones sociales para lograr derrocar a Pinochet.
Sophie abrió la puerta y sintió rápidamente que su madre la venía a recibir. La miró y ésta la abrazo llorando.
-Ma fille, te enteraste -le dijo a Sophie entre sollozos.
-Si mamá, ahora se abre una luz de esperanza de saber donde lo dejaron -le respondió muy apenada.
-No se mi cielo. En Chile las cosas son muy distintas -le dijo mirándola y acariciando su pelo.
-Ya verás que todo cambiará mamá -le contestó secándose las lágrimas.
Hacia mucho tiempo que Sophie no lloraba. Pero era inevitable después de todo.

Wednesday, November 23, 2005

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Capitulo 2. Lui.
El encuentro de Sophie y Joseph ese día, había sellado para siempre el inicio de una relación que llenaría sus vidas.
El, lo único que hacia el último tiempo era buscarla. Desde el día en que la vió llegar, sólo se preocupó de llamar su atención. Joseph nunca la había visto antes, a pesar de haber estado ella un año cursando el bachiller y él, hacia tres que estudiaba una Maestría en Política Internacional (Major in Internacional Politics).
La primera vez que él se acercó, fué durante la primera semana. Joseph pertenecia al SGA(Student Government Association) y era el presidente del Exec o simplemente "The Executive Council", que era la instancia encargada de administrar el gobierno estudiantil, representado por los alumnos de las diversas facultades a través de un senado (The Senate) y representantes de cada curso (The Representatives).
En esa labor en el SGA se encontraba durante esa primera semana. Habían organizado actividades de bienvenida a los alumnos nuevos de las distintas carreras de la Universidad. El aprovechó ésto para acercarse. La primera vez que lo hizo, fue al grupo con quien ella se reunía. Les preguntó por las actividades, que les parecían, como se sentían en la AUP. Pero él no olvidó que ella ni lo había mirado. En algún momento le comentó a su amigo Mark, lo engreída que a veces la encontraba. Pero parece que esta indiferencia lo desafiaba más a tratar de conocerla.
En una de las tantas actividades en que ella participó, le correspondió entregar algunas fotos que junto a su grupo se había sacado, para que elijieran las que publicarían en la web del SGA. Era la primera vez que entablaban un diálogo:
-Están bonitas las fotos- le dijo él, mirando la foto en que aparecía junto a un compañero.- Quien las haya tomado, eligió muy bien los paisajes emblemáticos de la AUP.
-Casi todas las tomé yo- le respondió Sophie, asomando una leve sonrisa.- Claro está, que menos esa que estás mirando. Me encantá la fotografia, en blanco y negro eso si, pero como éstas eran para la web, las saqué a color.
-Bueno, elegiremos las mejores para la web y ésta me la dejo para mí. Es la más linda de todas...-le contestó Joseph mirándola fijamente y sonriendolé.- Espero que no te molestes?.
Ella lo miró asombrada y le respondió desafiante:
-No tengo inconveniente y no me molesta, pero me gustaría saber si coleccionas muchas fotos de gente que no conoces?
El sorprendido por la acertada respuesta de ella, le contestó:
-No, es la primera vez. Y es verdad, a él no lo conosco - le dijo, apuntando en la foto al compañero.-Pero a ti, me parece conocerte desde hace mucho tiempo.
Sophie quedó sorprendida con la respuesta. Lo miró fijamente, sin entender lo que él le quería decir y se despidió:
-...me voy, tengo mi primera clase de Languages and Data Structures...nos vemos- se despidió, a esas alturas algo nerviosa por la situación.
-Si jeune dame, nous nous verrons bientôt- le dijo sin dejar de mirarla.
En cuanto ella se fué, separó de inmediato la fotografía, la recortó, dejando sólo el trozo en que aparecía y la guardó.
Joseph era bastante mayor para Sophie y con muchisima más experiencia. Tenía 28 años, y ya había estudiado Leyes, la que ejercía en un trabajo de media jornada en Amnesty International France. El resto del tiempo lo dedicaba a sus estudios y su labor además en la SGA.
Era de pocos amigos, vivía con Mark y otro amigo llamado Jean. Su familia vivía en las afueras de Bordeaux, los visitaba al menos una vez al mes. Tomaba el TGV (tren de alta velocidad) y en tres horas estaba con sus sobrinos, hijos de dos hermanas y un hermano mayor, disfrutando su compañía.
Cada vez que viajaba, aprovechaba al máximo su tiempo. Acompañaba a su padre, dueño de una pequeña viña, muy temprano, a recorrer el campo y los viñedos. Luego se iba a la ciudad, donde se reencontraba con sus amigos de infancia en las típicas cabernas a orillas del rio y del Puerto de la Luna.
Para Joseph era muy importante sentir a los suyos cerca. Necesitaba de ellos. Pero más aún, necesitaba de una compañera que todavía no encontraba. Cada vez que tomaba el tren, miraba todo el camino, observando los hermosos parajes que lo conducían a su tierra, se preguntaba el por que no podía encontrar a esa persona con quién deseaba compartir ese paisaje tan bello.
Su vida hasta ese minuto estaba dedicada al trabajo y estudios. Su mayor pasión eran, la Política y la ayuda que podía entregar en Amnesty a los que eran perseguidos por esta razón. Militaba activamente en el PCF (Parti Communiste Francais). El último tiempo había estado trabajando especialmente en un proyecto llamado "International Justice", para crear un sistema legal que termine con la impunidad de los autores de los peores crímenes conocidos por la humanidad - el genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, tortura, ejecuciones extrajudiciales y desapariciones. Tal sistema, según él, era esencial para disuadir a la gente que comete tales crímenes en el mundo, permitiéndo a las víctimas obtener justicia, reparación y apoyo, para una futura reconciliación entre los grupos o estados implicados en el conflicto.
Joseph despúes de ese primer dia de encuentro y diálogo con Sophie, se fué a su departamento.
-Jean, a que no te imaginas a quién por fin hoy conocí- le dijo, apenas entrando, ansioso a su amigo.
-No hay que ser muy inteligente para adivinar. Si lo único que has hecho estos últimos días es hablar de ella -le respondió su amigo, que estaba tirado en un sofa, mirando televisión.
-Es increíble. Es tal cuál como imaginé que sería nuestro primer encuentro -le contesto Joseph, sentándose en el otro sofa que había, en ese departamento algo desordenado.
Sacó la fotografía de su bolso, la puso frente a su cara y se quedó mirándola por largo tiempo. Hasta que su amigo lo interrumpió diciendolé:
-Me doy cuenta que con tu preocupación de hoy, por la famosa señorita AUP, ni te enteraste de la noticia. Te han estado tratando de ubicar toda la tarde del PCF y Amnesty -le dijo en tono de preocupación.
-Claro, ahora me doy cuenta que no tengo mi móvil. Lo deje acá. Pero cuentame? de que noticia me estás hablando -le dijo ansioso a su amigo.
-Míralo con tus propios ojos -le contestó, subiéndole el volumen a la tv.
En ella daban cuenta de:
-"La main-d'oeuvre de Quinze Scotland Yard a arrêté le sénateur Augusto Pinochet dans la Clinique de Londres, provoquant la grande surprise du monde et un sans nombre de réactions politiques au Chili. À six heures l'après-midi (l'heure anglaise) du 16 octobre 1998, le sénateur Augusto Pinochet est arrêté, immédiatement après un ordre de détention temporaire qui l'accuse des crimes de génocide et le terrorisme. Les agents ont accompli un ordre juridique, alors que les juges de l'Entendant parler national de l'Espagne Manuel García Castellón et Baltasar Garzón a demandé d'interroger Pinochet, pour les meurtres et les disparitions de citoyens espagnols pendant le régime ce qui dirigé entre 1973 et 1990. Garzón a émis un ordre d'appréhension internationale et la détention dans le temps indéterminé contre Pinochet." -observó atento en la tv.
-Te das cuenta de lo que significa esto Jean. Garzón se la tenía preparada a este malheureux -le dijo emocionado a su amigo.
Rápidamente fué a su habitación a arreglar sus cosas para pártir directo a las oficinas de Amnesty, pero antes de retirarse tomo la fotografía de Sophie y la dejó debajo de su almohada.
Iban a ser días muy intensos para el trabajo de Joseph.

Friday, November 11, 2005

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Capitulo 1. L'entrée.
Corre y corre...apresura su paso, respira entrecortado...se topa de frente con una jovencita menuda que la saluda, pero que no recuerda de que Carrera es.
Sigue...mirando sus pasos apresurados, se acerca y late más acelerado su corazón y respiración. Por fin llega, se detiene, mira la puerta, toma aire...profundo y hace su entrada:
-Permiso profesor- dice algo avergonzada.
-Buenos días señorita...Luneau?- dice el profesor, por supuesto algo incomodo.
-Discul...- intentó decir ella.
-No hace falta- la interrumpe-, tome asiento- dándose vuelta a la pizarra, continúa el profesor escribiendo sobre algo, seguramente de Historia y Filosofía...Ciencia.
Ella mira y ve a su mejor amiga sentada hacia el final de la sala, al lado de la ventana. Su amiga le hace una señal con la mano...de saludo. Ella nerviosa, solo atina a sentarse en el primer puesto que encuentra. Abre su bolso de cuero gastado, saca suavemente...tratando de no hacer ruido...su cuaderno y lápiz, comienza a tomar apuntes de lo que su profesor escribe.
-¿Uds. saben lo importante que ha sido Einstein para nuestra humanidad?- dice el profesor, volviéndose hacia sus alumnos, que estaban cada uno haciendo lo suyo.
-Einstein le debe mucho de su aprendizaje inicial a su tío Jacob, con quien se crió. Este lo instruyó en muchos temas, uno de ellos...el álgebra. Constantemente le decía: "...cuando el animal que estamos cazando no puede ser apresado lo llamamos temporalmente "x" y continuamos la cacería hasta que lo echamos en nuestro morral".
-Señores...piensen en cual es su "x"...en la vida, les doy unos minutos.
Ella miró de inmediato hacia su amiga, con cara de pregunta. Pensaba en lo difícil que era entender las preguntas de este profesor...maduro...casi viejo, pero que tenía eso que a ella le gustaba, pero que no le alcanzaba para entenderlo.
-Señorita...si...Ud. ¿Christine?- le dice, justamente a su amiga, que lo miraba casi incrédula por la pregunta.
-¿Profesor...no entiendo muy bien a que se refiere con la "x" en la vida?- contesta nerviosa y titubeante.
El, la mira fijamente unos segundos y luego vuelve su mirada al resto del curso, diciéndoles:
-Veo muy necesaria la lectura y reflexión más profunda en sus vidas...alumnos - y se paseaba sin dejar de mirarlos de un extremo a otro de la sala, mientras todos lo miraban sin perderlo de vista.
-Einstein era un hombre que gustaba demasiado de la reflexión, de la sensibilidad. No en vano, entre sus múltiples aprendizajes estaba el violín. El, producto de su genialidad, estaba destinado a integrar y proyectar el conocimiento y sabiduría de muchos hombres de ciencia anteriores.
Las amigas se miraban cada vez que el profesor caminaba hacia atrás de la sala, se miraban tratando de comunicarse lo que pensaban. Christine todavía estaba nerviosa por la respuesta que le había dado al profesor y Sophie pensaba, lo ridícula de la respuesta de su amiga y lo inteligente de las palabras de su profesor. Ella lo admiraba...pero era su profesor y no había posibilidad que él la mirara con otros ojos que no fueran el de una alumna más...además, de todas maneras lo encontraba...viejo para sus 17 años.
-Señores, para la siguiente clase espero que hayan completado la lectura indicada en la clase anterior- se los dice sin atisbo de duda.- Ese día tendrán una evaluación al respecto. Eso es todo, se pueden retirar.- Se acerca a su mesa, toma su raído maletín negro y sale apresurado, sin dejar de mirarla antes de salir de la sala.
-¿Sophie...de que libro está hablando? -le pregunta Christine a su amiga, acercándose a su asiento, mientras ella lo ve salir se la sala.
-Realmente vives en la luna, no recuerdas que la semana pasada....ah!- alcanza a exclamar,- de veras que no viniste- le contesta, recordando que Christine se había quedado ese día en el casino, conversando con unos amigos nuevos que había conocido en la primera fiesta de la temporada de "novatos".
-Claro... y tú para que me cuentas lo del libro, eres bien chueca amiga...- le dice Christine enojada.
-Tú sabes que nos hemos visto poco. Se me olvidó. Yo ni siquiera lo he pedido en la biblioteca...también se me había olvidado- le responde tratando de superar el impaz.
-Ya...mejor vamos a pedirlo antes que no lo encontremos- le dice saliendo de la sala.
Estudiaban en la AUP (The American University of Paris) en segundo año. Ese año, después de haber pasado por el bachiller, habían optado por una Maestría en Ciencia de la Computación (Major in Computer Science). Ambas estaban felices de haber quedado en una de las carreras más prestigiosas de la Universidad, pero a veces no comprendían por que tenían que seguir con cursos como Historia y Filosofía de la Ciencia. En fin, lo asumían como parte de todo que debían pasar los próximos cinco años.
-Christine, después de pedir el libro me voy directo a la casa. Prefiero ir a adelantar la lectura de éste- le comenta Sophie, ya caminando por los pasillos hacia la biblioteca.
-Esta bien, pero antes me acompañas a buscar unas fotocopias a Avenue Bosquet y de ahí nos vamos juntas al metro Ecole Militaire?- le dice Christine con cara de afligida a su amiga. -Si, pero rápido el trámite Christine, por favor. - Ella contesta seria.
-¡Mira!...no...no...disimuladamente mira hacia la calle- sigilosamente su amiga le indica a Sophie que mire hacia la rue de Monttessuy. A unos cien metros se venia acercando directo a ellas un joven vestido de jeans, chaqueta militar (color verde) y morral (de esos que solo se consiguen en las ferias artesanales en el barrio latino de París). Caminaba fumando un cigarro y mirándolas. Cuando se dio cuenta que Sophie lo había visto, alzo su mano izquierda para saludarla a la distancia, mientras se acercaba más.
Sophie no disimuló nada. Sus ojos cafés almendrados, le retribuyeron el saludo con una sonrisa que no sacaba desde que salió de su casa ese día. Su corazón comenzó a latir demasiado rápido y antes que él hubiese terminado su trayecto, ella lo fue a encontrar, sin dejar de mirarlo. El cuando la vio venir, boto de inmediato el cigarro al suelo. Sophie, apenas estuvo cerca, le dio un beso en la mejilla, sintiendo más profundo ese calor que sentía cada vez que lo veía.
El por su parte la quedó mirando completamente, y con la misma mano que la había saludado a la distancia, le acarició su mejilla de forma muy cómplice.
Ante esto, Sophie sintió unas ganas tremendas de besarlo... en la boca. Pero sólo atino a decirle:
-¿Joseph, como estás?, ya me iba- lo saludó muy nerviosa y alejándose un poco de él.
-Bien, muy bien. Pensé que estarías en clases hasta esta hora, así que decidí mientras tanto ir a The Office of Alumni Relations a ver si ya tenían clara la fecha de las elecciones.
-Con Christine íbamos camino primero a la biblio a buscar un libro de Einstein- le dijo volviéndose a mirar a su amiga que ya no estaba en el pasillo.
-¿Cuál?- le pregunto impaciente por recibir una respuesta.
-Teoría de la Relatividad- le contesto Sophie, sin dudar.
-Yo lo tengo...si quieres te lo puedo traer mañana- le comentó.
-No te preocupes, deben quedar ejemplares en la biblioteca. Si no está, lo acepto- le dijo mirándolo con una sonrisa que a él le encantaba.
-Te acompaño para saber si esta. Después me tengo que ir a clases - le propuso en tono muy seguro.
-Esta bien - le contesto Sophie comenzando a caminar hacia la biblioteca.
Se fueron caminando sin decir nada más hasta que llegaron al pasillo. El le tomo el brazo y le dijo: -Sophie, no he dejado de pensar en un sueño que tuve hace un tiempo - le dijo mirándola como siempre, pero esta vez algo más nervioso.
-¿De que sueño Joseph?- le preguntó intrigada.
-Con Marc siempre teníamos la tradición de el primer día de clases, sentarnos a la entrada de de la Universidad por la rue St. Dominique y mirar a todas las novatas que ingresaban por la puerta principal. Las reconocíamos de inmediato. Marc sabia que yo había soñado que por ahí entraría ella...- Sophie lo interrumpió entonces diciéndole:
-¿A que te refieres con... ella?
-Me refiero a la persona que me acompañará el resto de mi vida- le contestó acercándose un poco más y acariciándole el pelo.
Sophie volvió a sentir el calor, pero ahora se trasformaba en escalofrío. Sabía que venía lo que esperaba. Pero estaba un poco sorprendida por la revelación que le hacia Joseph.
-Ese día, pasó a principios de este semestre. Entraste tú por esa puerta, y supe de inmediato que por fin habías llegado a mi vida... ¿Sophie...entiendes lo que te estoy diciendo?- le preguntó sin dejar de mirarla.
-Un poco. Pensé que te gustaba Elize. Como supe que habías estado en la fiesta con ella...-le dijo tratando de provocarlo y siendo inmediatamente interrumpida.
-Elize? de donde sacas eso- le respondió en tono serio y molesto,- si solo estuve conversando con ella y pensando toda la noche en ti y ese...Jacques.
-Pero si ya te conté que sólo me llevo a tomar un helado y luego me fui a mi casa- le contestó tratando de calmarlo.- Jamás me hubiesen dejado ir a dos fiestas seguidas en tan pocos días. Y con Jacques somos solo amigos, nada más...igual que contigo- le dijo sutilmente, sabiendo lo que vendría.
-¡Yo no quiero ser más tu amigo!...quiero ser el hombre de tu vida, lo entiendes...- no alcanzó a terminar, le tomó su cara con ambas manos y la beso.
Fue un beso que Sophie había esperado demasiado. Ese mes de conocerlo, había sido para ella una eternidad. Sintió que flotaba. No quería que ese beso terminara. Era demasiado para ella. Sentía su cara ardiendo y la de él también. En ese minuto supo que era a quién ella también había esperado...

Tuesday, November 08, 2005

Bienvenidos a mi blog.
A partir de hoy podran leer en él, sobre sueños puestos en papel digital.